Augusto Roa Bastos: sintetizando, nació en Asunción, Paraguay, en 1917 y murió allí en 2005. Conocido por las novelas Hijo del hombre y Yo el supremo, también publicó El naranjal ardiente y otros poemarios. Además de escribir se dedicó a escapar de las dictaduras que lo corrieron de Paraguay y de Argentina, antes de que en 1989 ganara el Premio Cervantes de literatura.
No, no, no puedo hacer reseñas serias... tampoco puedo no pensar en marihuana cuando pienso en Paraguay. ¿Qué le voy a hacer? En el librito que se aloja en la bibliotequita casera había algunas cosas mejores, pero me queda lejos. Tal vez en otra ocasión lo haga quedar mejor al señor este.
Silenciario
a la sombra del silencio
se oye el susurro de los orígenes
la curvatura del anhelo
como el sonido del humo
se oye en la neblina
la gárrula mudez de los muertos
retornan sin ruido los ausentes
doblan la esquina de los vientos
aparecen cubiertos de polvo
con la potencia de la hierba
crecen bajo el suelo de piedra
bajo suelas de piedra
Margen
en el borde interior de la página
en el blanco arenal que bordea
la selva de lo escrito
alguien espera en cuclillas con mirada de sordo
con ansiedad de miope
a que la palabra diga algo
en futuro arcaico en sonido
en voz propia
como el canto natural de los pájaros
o al menos como el ruido de un alfiler
cayendo de punta sobre la cresta
del mundo
Ñahatï-Vera
quién mejor que el paralítico
' de nacimiento
puede moverse como un relámpago
en el pensamiento perpetuo
' de la danza
únicamente el ciego no nacido
' a la luz increada
puede contemplar el espectro
' de los soles en fuga
sólo el inválido-ciego-sordo-mudo
' de la última hora
guarda la flor mágica de la juventud
en las yemas entre los labios
bajo el pelo canoso del alma
cubriéndole con sus pétalos
pusiéronle por lápida la sombra
de una libélula danzando en la lumbre
' del sol
éste que yace aquí no está más
se fue a nacer a otra parte
cansado de esperar a la que amaba
Apátrida
por mucho que oprima tus manos
tu harapiento fulgor
te vas de mí te fuiste
no vendrás en mi seguimiento
partido de ti huyendo hacia ti
deidad quimera ser cuyo nombre se escribe
con p de páramo en clave de agua
con ay de piélago
ahora mismo te siento
aullar a mis espaldas
seguidora implacable en tu irte
sacudiendo en la sombra
tu enjambre de sol
mis llagas como pulgas
en este instante aquí
tu ausencia soy
tu fuiste mi posteridad
tu antepasado seré
de noche cuando pasen los gatos
entre los vidrios rotos de las estrellas
cuando arde en el vacío
la lágrima seminal del solitario
me aferro a tus cabellos
largos como la angustia
calva deidad distante esfinge
gemela de la luna llena
el humo allá a lo lejos
mansamente llovizna su heredero rocío
hacia los cielos de arena de tus ojos
no existo para ti
tus miradas no recuerdan
lo que no ven
Diario
oye viejo licántropo
par-padre decrépito animal mío
jauría de dobles bajo una sola piel
no vayas a pretender
esta mañana o cualquier día
entrar de cuerpo entero
en el simulacro del pasado
en el laberinto inverso
' del porvenir
más real que tu cuerpo de espectro
es la sombra de tu cuerpo velado
amor-tajado en su disfraz
' de carnaval
caído de luces contra el reloj de sol
de este ruinoso castillo occitano
flotando en su roca entre las nubes
rodeado de cielo por todas partes
hay un hoy
más fijo que tu obsesión en penumbra
bajo bastardo de ningún mediodía
fuego seco bajo el agua cambiante flamante
de la tierra natal
miras pasar las nubes sobre el techo del río
distraído en recordar las sílabas
' de su nombre
en este mismo ayer
a la hora de siempre
3 comentarios:
me gusto la poesia pero comento solo para preguntar por que esa postura defensiva en la primera parte.... quien te ataca?
ufff... güenísimo... al fin. bien ahí con ese mate amaaargo, intensso, profuundo como la selva, spezial pal síndrome de abstinencia...
Roa Bastos te llega hasta los gÜeso... leyeron Moriencia? recomiendo altamente -es lo único q le conocía hasta ahora-.
zarpada imagen, los pelos largos d Paraguay.
´chas gracia...
oootra güelta!
m?
flores
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