Esa es la cara de loco del loco Onfray. Empezaba, en Francia (algunos dicen que en otros lugares no) el año 1959, y en ese primer día, nace. El señor se doctora en filosofía en una universidad como todas las universidades, pero, en algún momento, se encula. Enojado porque enseñan historia oficial del pensamiento y no el pensamiento como acción -emancipadora o abocada al placer, da lo mismo-, se escapa. Funda junto a otros profesores una universidad abierta, sin programas y en la que no se entregan títulos. Chupate esa mandarina. Para él, ciencia, psicoanálisis y sociología hacen a un estudio respetable de la filosofía. Ateo, hedonista, ¿anarco?y más leña para su hoguera. Yo me encontré en la biblioteca de mi universidad de recontra casualidad un librito de él: "La filosofía feroz" (título tomado de una de la "Iluminaciones", de San Rimbaud), subtítulo "ejercicios anarquistas", que recopila ensayos cortos suyos aparecidos en la revista "Corsica", de su paisito. Acá un par, ejemplares ejemplares del sarcasmo puesto en práctica.
PD: leyó a La Boétie ♥
El grado cero de la inteligencia
Antiguamente las civilizaciones hacían las gueras en nombre de sus ideales, de sus principios. Tenían para ellas la matemática de sus pirámide, la filosofia de su ágora, el derecho de su foro, las bibliotecas de sus monasterios. Desde que Estados unidos ocupa el primer puesto de las naciones, ¿qué propone? ¿Dónde están sus arquitectos, sus sabios, sus políticos o sus monjes? ¿A qué se dedican sus elites? ¿Qué brindan al resto del mundo? ¿Quid de los genios, de los héroes y de los santos bajo la bandera estrellada?
Estados Unidos ofrece hamburguesas y obesidad, cacahuates y televisión en continuado, ketchup y telefilmes. Se destacan en el sueprmercado, el cine y los paquetes de comida hipercalórica accesibles desde el asiento de su ato. Han inventado Disneylandia como otros La Divina Comedia. Han destronado a los dioses y semi-dioses del Olimpo o del cielo cristiano para invitar al imbécil planetario a prosternarse ante los ídolos y los íconos de la gran y la pequeña pantalla, unos más descerebrados e incultos que otros...
¿En nombre de qué quiere Estados Unidos sembrar de bombas, fuego y vioencia al pueblo iraquí, que incluso ignora en qué lugar del planisferio se encuentran sus nuevos enemigos? Y antaño los japoneses volados por dos bombas atómicas, los vietnamitas calcinados por el napalm, los iraquíes destruídos por las bombas de rarefacción de oxígeno, los campesinos serbios pulverizados por las armas high-tech, los afganos despedazados por el fuego de los bombardeos furtivos... Siempre pagan las poblaciones, siempre los dictadores sobreviven, quedan a salvo y luego mueren en sus camas. ¿Por qué exterminar a un pueblo y cuidar a los autócratas que los desangran de su existencia cotidiana?
Como si existiera una complicidad tácita entre lo jefes de Estado: pretendidos demócratas y verdaderos tiranos, todos juegan a la guerra, sacrifican a sus pueblos, arrasan sus países, pasan a las naciones por pérdidas y beneficios, las culturas, los hombres, las mujeres y los niños, pelean por diversión, sobreviviendo en medio de los osarios, triunfando sobre un montón de cadáveres, antes de partir en busca de nuevas aventuras.
Nunca tanto como hoy las guerras dejan a salvo a los militares -empero formados, formateados, pagados para ir al combate- y sacrifican a las poblaciones civiles. Mil, diez mil, cien mil muertos en las calles, las ciudades, las escuelas, los hospitales, con tal de que quede a salvo el emperado de Japón, colaborador notorio de los nazis, el sanguinario Ho Chi Minh, digno émulo del Terror del '93, el diabólico Milosevic, verdugo de su pueblo, Saddam Hussein, el exterminador de los kurdos, el mullah Omar, rencoroso del progreso pero hábil motociclista cuando se trata de escapar del ejército estadounidense... cuando la guerra causa estragos, los déspotas esperan en sus refugios antiatómicos mientras los pueblos sobre los que hacen reinar el terror sufren una segunda punición: luego de la de sus amos, la de los presuntos enemigos de sus amos...
La guerra revela el grado cero de la inteligencia y de la política. Surge cuando el hobre ha fallado y la bestia tma nuevamente la posta. En el arsenal cultural, cima de la civilización, se encuentra la diplomacia fabricada durante siglos de refinamiento retórico y de mecánica intelectual. Cuando el derecho falta, cuando el verbo permanece impotente, antes de la destrucción masiva de los pueblos, quedan los auxiliares de toda gran política: servicios secretos afilados, soldados de elite, comandos al sericio de políticos dignos de ese nombre. Pero para hacer eso hacen falta grandes períodos. En las épocas en las que el rey del mundo parece salido de Disneylandia, sucede de otra manera...
La vida después de la guillotina (incompleto, trata de alguien a quien le perdonan una condena a muerte, y sigue obsesionado con el dinero tras salir de la cárcel)
(...) el problema real es la enfermedad de este hombre: la obsesión histérica por el dinero y su determinación a hacer cualquier cosa para obtenerlo, incluso cuando ya tiene suficiente. Pasión compartida por una gran mayoría cuyos arreglos con el mundo no molestan a nadie en tanto eviten el crimen de sangre -habrán tirado el resto de su moral a la basura-. Ahora bien, este hombre no se ha curado; por tra parte ¿cómo podría haberlo hecho? Nunca ha sido atendido. Como los violadores, los pedófilos, los violentos y otros enfermos sociales encerrados y luego soltados sin cuidados. ¿Quién aceptaría que un hospital devolviera a un enfermo de cáncer luego de haberlo privado de su libertad para castigarlo, dejándolo en la calle sin haber hecho nada para curarlo? ¿Quién? Viniendo de la prisión, todos lo aceptan...
Pobres cabrones (incompleto, pero no le cuento a nadie de qué trata)
(...) incremento de policía en la calle supuestamente para luchar contra el terrorismo -apostemos a que los potenciales kamikazes recularán ante los agentes en bicicletas todoterreno (...)
5 comentarios:
Curiosamente yo también me crucé con un libro de Onfray por casualidad, por que el título me atrajo porque por esa época estába yo muy metido con los sofistas y los cínicos. Me puse a leer con avidez cuanto libro encontraba de Onfray hasta que algo pasó, no sé qué, pero se me vino abajo. Dejé abruptamente la lectura y dejé de leerlo en su totalidad. Creo que me empezó a fastidiar y a parecer repetitivo, me empezó a parecer un tanto insulsa toda la idea del hedonismo y de la ética como estética. ¿No te da la impresión de que este buen hombre se viene repitiendo desde hace ya un buen rato? Bueno, es mi humilde opinión. Saludos.
No, todavía no leí cuanto libro encontré de Onfray jaja Por ahora, este me gustó. Un amigo tiene justamente Cínicos, y es, junto con el Tratado de ateología, lo que me gustaría leerle en algún momento. Pronto tal vez se lo pida.
Es tu opinión. Lo de humilde, mejor, que se lo reserven otras gentes. ¡Seamos desfachatados!
Pues mira, lo de la humildad es porque estoy convencido de que ni uno ni nadie tiene la última palabra sobre nada, y opinar sobre cualquier cosa se ha vuelto un deporte tan difundido, que ya es casi obsceno. Ya no se sabe distinguir (si es que alguna vez se supo) entre opinión y verdad. Así que no puedo evitar sentir algo de timidez e inseguridad cuando me atrevo a emitir un juicio sobre algo tan vital como es la filosofía, porque Onfray, por más que me parezca que se repite, considero que es un filósofo (o se acerca mucho a serlo). Fuera de los juicios y las opiniones donde prefiero la prudencia, definitivamente que sí hay que ser unos malditos desfachatados. Saludos.
Hola,
soy Natalia Litvinova, lei tu comentario a mis 9 poemas,
muchas gracias,
este es mi blog, espero leer lo tuyo
estoy dispuesta a morir un poco en poemas (ajenos (si es que eso existe))
Cíclopa
perdón si me equivoqué de blog,
saludos
Publicar un comentario