Te presento a El Negro

. lunes, 29 de septiembre de 2008
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Sobre el Círculo de la Flor, parte tres.




Seguro alguna vez vieron una película estaunidense estándar, de esas en las que hay tiros y explosiones, que están zarpadas de acción, que tienen un romance entre los protagonistas y un guión de mierda. Bueno, normalmente en esas películas hay un grupo de personas que luchan por robar un banco, defender al presidente o salvar el mundo. Siempre está el lindo forzudo, la minita que se va a comer al protagonista, el que sabe una bocha (a veces es un nerd y otras un hacker), el malo que en el fondo es bueno y el negro que se muere en las primeras escenas. Por suerte el Círculo de la Flor no es una película yanqui y por suerte El Negro todavía está vivo a pesar de que ya pasaron las primeras escenas. Y no le basta con estar vivo, está vivo y escribe muchísimo, escribe, escribe y escribe. Ah, y además de escribir tiene una risa re graciosa. Les presento a El Negro:

El invierno de los Pereyra
Las aves habían dejado de posarse en la antena de la vieja casa hacía ya mucho tiempo, la tristeza era un aura difícil de traspasar. Nadie venía en estos tiempos, los cobradores ya no se acercaban. Una casa perdida en el bosque, un bosque perdido en el alma. Quedaban pocos habitantes, demasiada tristeza, la despedida se había prolongado demasiado. Era tiempo de partir. Todos en el barrio lo sabían. En todo el mundo lo sabían.

Haiku
No necesito
comprender la existencia,
solo respirar.

Guerra de mierda
Rescatar a un soldado caído, solo porque no es soldado, y ha caído en buena ley. No nos percatamos de que faltaba hasta tres o cuatro meses después. Era bastante limado, nos tenía acostumbrados a sus largas ausencias mentales.
Destruir al enemigo nuevamente, beber su sangre, desflorar otra vez a sus mujeres. Pulverizarlos de la tierra. Eliminar sus rastros. Borrar toda maldita noción de algo. Los caídos de la memoria, pérdidas místicas y necesarias, los colores del fin mundo.
Un chabón extraña a la novia, no quería morir, pero nadie le preguntó antes de volarlo en pedazos. Un robot angloparlante extermina la humanidad sin misericordia.

Juanito y su lombriz mágica
Juanito era un niño feliz, dicharachero, un soñador futbolista de campito, era un nene muy bueno, ayudaba a su mamá a amasar los ñoquis del veintinueve y se pasaba largas horas en el taller mecánico con su papá y su tío Pepe, observando como les daban a las tuercas, a los mates, las facturas y las charlas de hombres sobre fútbol o política y, estando con ellos, se sentía más grande y canchero. Juanito era un niño feliz, dicharachero, y lo que más quería más que nada en todo el mundo era su granja de lombrices, las cuidaba, las alimentaba con cáscaras de papa, las regaba, les ponía moñitos y les contaba cuentitos de lombrices cuando se acostaban. Eran maravillosas, cómo Juanito además de dicharachero y picarón era un alumno muy aplicado (y un experto en lombrices), sabía que estos seres invertebrados eran lo que se llama hermafrodita, o sea, eran varón y mujer al mismo tiempo, entonces les puso nombres cómo Cholo Teresa, Claudia José, Rosa Raúl o Marcos Vanesa, pero a algunas que tenían cara más de varón o de nena les elegía lo que iban a ser. Era la comuna de lombrices más felices del universo. Hacían desfiles para celebrar los lunes, los martes y los miércoles, el resto de los días producían humus y a la noche volvían a sus cuevitas a ver tele.
Un mártes de fiesta la comarca se vio revolucionada por el nacimiento de una larva plateada, que apenas llegada anunció a su pueblo “El amor es lo mais bonito que puede sucederos, gracias por existir lombrices” Nadie lo podía creer, Supamá (así se les dice a los progenitores en lombriz) le dijo “Oh, capullito de luna, yo no te merezco, soy solo un simple obrerito”, a lo que el reciente contestose “Tu, al igual que tu maravilloso pueblo, eres un obrero, un obrero del amor a Dios”. La lombrizada enloqueció de júbilo ante el advenimiento de tan buen presagio, el líder político de una era de paz, que gobernaría con buen corazón y guiaría a su especie al nirvana. Juanito pasó esa mañana en la escuela, volvía muy contento porque traía cómo ingrediente especial para el jolgorio miguitas de buñuelo que juntó abajo del banco de un compañero. La iban a pasar bomba. Cuando llegó le pidió a su mamá cinco litros de chocolatada, fue hasta el latón de la colonia y se las sirvió en chapitas de gaseosa. Pero las lombrices estaban en otra cosa, no aparecían. Pidió permiso en idioma lombriz e hizo un huequito para enterarse de qué pasaba y ahí las encontró, como hipnotizadas, reverenciando y sirviendo a la lombriz plateada. La pequeña larvita sentada en su trono de cáscara de papa, prometía sensación revolucionaria, paz y belleza eterna, aniquilación del enemigo hasta las últimas consecuencias . Luego se percató de que alguien le observaba y exclamó vigorosito “Oh, tu debes ser Juanito, el que convida maravillas y de la colonia cuida, en nombre del amor te agradezco tus gestos de buena bondad. Yo soy Larvita Pichín, quiero ser tu amiguito y hacerte sentir bonito” y luego aconsejó a sus amigas las lombrices organizaran una gran celebración a la altura de tan dichosa ocasión.
Y así comenzó la hermosa fiesta que nadie habría de olvidar nunca jamás de los jamases, con miguitas de buñuelo y chocolatada, en el latón iluminado por antorchas. Las lombrices bailaron extasiadas al compás de la música tecno.
En un momento ya descontrolado de la conga, la larvita cariñosa le dice a Juanito “Vení, Juanito, vení. Que te voy a contar un secretito”, Juanito la levanta de su trono de cáscara con su habitual desenfado y la deposita sobre su hombro para escuchar mejor lo que le quería decir su nueva amiguita. Y la larvita chiquitita le dice “Bssssss, bsssss amorcito, bsss por siempre bssss bssss tu y yo”. Juanito no entendía nada, entonces le dijo “vení más cerquita, larvita amorosa y buenita, vení más cerquita que no te escucho”. La larvita se mete en su oído y le dice “Yo te quiero mucho larguirucho, pero es momento de morir”. “Bueno dale” le dice Juanito y luego lo piensa dos veces y dice “¿Eh?, morir no es divertido”. Pero era demasiado tarde, la larvita ya se había metido en su cerebro y depositado millones de huevesillos. Luego le dijo “morir puede ser divertido” y lo obligó a vaciar veinte litros de kerosén en el latón de sus amigas.
Y ese fue el final de la colonia y de la corta vida de Juanito. Lo que nos deja como enseñanza que los líderes populistas no siempre son tan buenos cómo parecen, y que sus regímenes no tardan en adquirir características sanguinarias.


Me olvidaba, Iván tiene un blog también.


Biblioteca Virtual

. domingo, 28 de septiembre de 2008
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http://www.biblioteca.forofyl.com.ar


El foro que ya había pasado, además de estar lleno de gente, está lleno de textos.
Para quienes no disponen de capital para libros o fotocopias y carecen también de la habilidad de robar, en este link encontrarán numerosos textos que no pueden faltar en el currículum de ningún pretendiente de la intelectualidad.
Bon apettite.

(En serio)

. miércoles, 24 de septiembre de 2008
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las ciudades de poesía no existen
aunque nos empeñemos en soñarlas

me voy a aprovisionar de ángeles, Mary,
una docena o dos, o dos ángeles voy a tener
bien escondidos en el fondo del patio

los voy a abrazar mucho -no te preocupes:
te prometo que después te cuento
cómo es un abrazo de ángel-

después sí, los voy a matar dignamente
(según los judíos basta con un cuchillo
bien afilado y sin dejarles moretones,
después de todo tienen algo de pollos los ángeles)
y con las plumas voy a hacer almohadas
para soñar con ciudades de poesía

Mateando con Emil Cioran

. lunes, 15 de septiembre de 2008
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El señor nació en Rumania en 1911 y murió en Francia en 1995. Era un raro filósofo y/o poeta, de esos en que la línea divisoria se confunde, sin contar que muchos filósofos no quieren considerarse parecidos a él, y asuntos similares en cuanto a los poetas. No ofrece una visión particularmente alegre sobre la existencia humana, aunque no por eso deja de ser transparente su óptica. Puede, y de hecho lo hace, lograr que putees durante períodos indeterminados de tiempo por la manera en que presenta aforismos sin conexiones directas ni mayores explicaciones.
En internet truchamente se consiguen muchas obras de él en castellano (publicó la mayoría en francés), me contaron, y hace poquito tuve la suerte, pasado un tiempo de buscarlo, de conseguir que una librería se pusiera seria y me trajera un libro de él. Se llama El ocaso del pensamiento, y está escrito en forma de aforismos, como todo o casi todo lo que vi por ahí dando vueltas. De ahí estos fragmentos.





Quedarse solo con todo el amor, con el peso de lo infinito del eros; he ahí el sentido espiritual de la infelicidad en el amor, de forma que el suicidio no es prueba de la cobardía del hombre, sino de las dimensiones inhumanas del amor. Si todos los amantes no hubiesen calmado sus tormentos amorosos mediante el desprecio teórico a la mujer, se habrían suicidado. Pero sabiendo qué es ella, han introducido con lucidez un elemento de mediocridad en lo insoportable de esa llamarada. La desdicha amorosa supera en intensidad a las emociones religiosas más profundas. Es cierto que no ha construido iglesias, pero ha levantado tumbas, tumbas por doquier.
¿El amor? ¡Pero mirad cómo cada rayo de sol se entierra en una lágrima, que parece como si el astro fulgente hubiera nacido de un golpe de llanto de la divinidad!

***

La mujer que mira hacia algo ofrece una imagen de rara trivialidad. Los ojos melancólicos te invitan, por el contrario, a una destrucción aérea, y tu sed de lo impalpable apagada por su fúnebre y perfumado azul, impide que sigas siendo tú mismo. Ojos que nada ven y frente a los cuales desapareces, para no manchar el infinito con el objeto de tu presencia. La mirada pura de la melancolía es el modo más peregrino por el que la mujer nos hace creer que antaño fue nuestra compañera en el Paraíso.

***

Cuando uno ha comprobado que los hombres no pueden ofrecer nada y continúa tratándolos, es como si después de haber liquidado todas las supersticiones, siguiera creyendo en fantasmas. Dios, para obligar a los solitarios a la cobardía, ha creado la sonrisa, anémica y aérea de las vírgenes, concreta e inmediata en las mujeres de mala vida, tierna en los viejos e irresistible en los moribundos. Por otro lado, nada prueba más que los hombres son mortales que la sonrisa, expresión del equívoco desgarrado de lo efímero. Cada vez que sonreímos, ¿no es como un último encuentro, y no es la sonrisa el testamento aromatizado del individuo? La trémula luz del rostro y de los labios, la solemne humedad de los ojos transforman la vida en un puerto, del cual los barcos zarpan a alta mar sin destino, transportando no hombres sino separaciones. ¿Y qué es la vida sino el lugar de las separaciones?
Siempre que me dejo conmover por una sonrisa me alejo con la carga de lo irreparable, ya que nada descubre más atrozmente la ruina que espera al hombre como ese símbolo aparente de felicidad, el cual hace sentir con más crueldad a un corazón deshojado el temblor de lo pasajero de la vida, como el estertor clásico del fin. Y siempre que alguien me sonríe, descifro en su frente luminosa la desgarradora llamada: <<¡Acércate, fíjate bien, que yo también soy mortal!>>. O cuando la negrura de mi noche vela mis ojos, la voz de la sonrisa aletea junto a mis oídos ávidos de lo implacable: <<¡Mírame, es por última vez!>>.
... Y por eso la sonrisa te aparte de la última soledad, y sea cual fuere el interés que tienes por tus compañeros de respiración y de putrefacción, te vuelves hacia ellos para sorberles el secreto, para anegarte en él y para que ellos no sepan, no sepan cuán pesada es su carga de temporalidad, qué mares transportan y a cuántos naufragios nos invita el tormento inconsciente e incurable de su sonrisa, a qué tentaciones de desaparición te someten, abriéndote su alma mientras tú levantas, temblando de aflicción, la lápida de la sonrisa.


***

Un hombre que practica toda su vida la lucidez, se convierte en un clásico de la desesperanza.

***


La melancolía es una religiosidad que no precisa de lo Absoluto, un deslizamiento sin la atracción de lo trascendente, una tendencia por las apariencias del cielo pero insensible al símbolo que éste representa. (Fragmento incompleto, con eso alcanza)

***

Si no hay un solo sitio en el que no hayas sufrido, ¿qué otro motivo puedes invocar en apoyo de una vida errante? ¿Y qué te ligará al espacio si el azul oscuro de la nostalgia te desliga de tí mismo? (Incompleto, también)

***

Ha habido dos cosas que me han colmado de una histeria metafísica: un reloj parado y un reloj en marcha.

***

Y es que lo sublime es una crisis temporal de la eternidad. (Incompleto)

***

Ciertos seres sienten el impulso criminal sólo para saborear una vida intensificada, de manera que la negación enfermiza de la vida sea al mismo tiempo su homenaje. (Incompleto)

***

Cuando estoy en una iglesia, a menudo pienso qué fantástica sería la religión si no hubiese creyentes, si sólo hubiese la inquietud religiosa de Dios de la que habla el órgano.

***

Este corresponde a su libro Silogismos de la amargura:

Mil años de guerras han consolidado a Occidente; un siglo de "psicología" le ha puesto la soga al cuello.

Sonora: Musicalización de proyectos visuales

. viernes, 12 de septiembre de 2008
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Para la dama de la cartera y el caballero del bolsillo; Sonora le pone el "audio" a "proyecto audiovisual"
Muchas gracias por su atención
www.imagenymusica.blogspot.com

Mateando con Gregory Corso

. jueves, 11 de septiembre de 2008
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Gregory Corso nace en yankilandia en 1930 y muere ahí mismo en 2001. Esto de repetir lugar de aparición y desaparición a veces me suena a acorde menor de condena geográfica o una yerba similar. El tipo este es otro beat. En un poema sobre el Estilo Americano dice, para confirmar que fue beat: "porque ¿alguien pone en duda que el Estilo Americano no es el estilo?"














Todo el revoltijo... casi

Subí corriendo seis pisos de escaleras
hasta mi pequeño cuarto amoblado
abrí la ventana
y empecé a tirar
las cosas que más importan en la vida

La primera en irse, la Verdad, chillaba como un delator:
"¡No lo hagas! ¡Diré cosas horribles sobre tí!"
"¿Ah, si? Bueno, no tengo nada que ocultar... ¡FUERA!"
Luego fue Dios, ceñudo & lloriqueando asombrado:
"¡No es culpa mía! ¡No soy la causa de todo!" "¡FUERA!"
Después el Amor, arrullando sobornos: "¡Nunca conocerás la impotencia!
¡Todas las chicas en las tapas de Vogue, todas tuyas!"
Empujé su gordo trasero hacia afuera y grité:
"¡Tú siempre terminas siend un vago!"
Levanté a Fe, Esperanza y Caridad,
las tres bien pegadas:
"¡Sin nosotras seguramente morirás!"
"!Con ustedes me estoy volviendo loco! ¡Adiós!"

Luego la Belleza... ah, la Belleza...
Mientras la acompañaba a la ventana
le dije: "Eres quien más amé en la vida...
¡pero eres una asesina; la Belleza mata!"
Sin real intención de tirarla
corrí abajo de inmediato
y llegué justo a tiempo para atraparla
"¡Me salvaste!" gritó
La bajé y le dije: "¡Sigue tu camino!"

Volví a subir los seis pisos
fui en busca del dinero
no había dinero para tirar
Lo único que quedaba en el cuarto era la Muerte
escondida bajo la pileta de la cocina:
"¡No soy real!" gritó
"Soy sólo un rumor difundido por la vida..."
Riendo la tiré, con pileta y todo
y de pronto me di cuenta de que el Humor
era todo lo que quedaba...
Todo lo que pude hacer con el Humor fue decir:
"¡Sal por la ventana con la ventana!"

Regalé...

Regalé el cielo
junto con todas las estrellas planetas lunas
y también las nubes y vientos del clima
las formaciones de aviones, la migración de los pájaros...
"¡No puedes!" gritaron los árboles,
"¡Los pájaros son nuestros cuando no están en tránsito,
no puedes regalarlos!"
Así que regalé los árboles
y el suelo que habitan
y todo lo que crece & se arrastra por encima
"¡Alto ahí!" bramaron con sus mareas los mares
"¡Las costas son nuestras, los árboles para los barcos
para los astilleros, nuestros! ¡No puedes regalarlos!"
Así que regalé los mares
y todo lo que nada y navega en ellos...
"¡No puedes!" tronaron los dioses,
"¡Todo lo que diste es nuestro! ¡Lo hicimos todo, incluso
a tus semejantes!"
Así que regalé los dioses.aka

Conocí a este tipo que murió
a J.L.K.

Salimos de juerga
recorrimos los bares
nos hicimos amigos firmes
Él quería que le dijera
qué era la poesía
Le dije

Una noche de feliz borrachera
Lo llevé a casa a ver a mi bebé recién nacido
Un gran pesar lo invadió
"Oh Gregory" se lamentó
"trajiste algo para morir"

Te presento a Adrián

. martes, 9 de septiembre de 2008
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Sobre el Círculo de la Flor, parte dos.

Hace millones de años yo fui piedra y él conejo, a los dos nos fue bastante bien y pudimos acceder a la humanidad. Hace dos o tres ciclos de reencarnación más o menos él era uno de los filibusteros más temerarios de todo el caribe y yo el gallardo capitán de un galeón español, supimos enfrentarnos en numerosísimas ocasiones y el saldo de aquellos encuentros fue un eterno empate. En una vida pasada más cercana fuimos gemelos, pero de esos que son igualitos, que se transmiten pensamientos, que saben dónde está el otro y qué está haciendo, de esos que comparten a las chicas que no son capaces de distinguirlos y que ganan siempre que juegan al truco juntos. Ahora, en la actualidad, nos volvimos a encontrar y si bien no tengo pensado contarles todos los detalles del hallazgo, sí voy a compartir con ustedes algo de él. Les presento a Adrián:


La cuchillada

Meto el cuchillo
y siento caliente.
Me espesa la mano
un negro sangre
casi incandescente.
Lo miro a los ojos
ahora pausados
perdiendo la luz.
Lo amo, lo añoro
ya casi lo extraño.
Empujo otra vez
buscando traer
devuelta el respiro.
Se incorpora
un segundo.
Entonces aprieto
con fuerza la mano y lo subo,
buscando punzar
otro lugar.
Lo giro
apenas
y siento
la carne al rasgar.
Entonces se suelta
y se vuelve bello.

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VII (fragmento de un poema increíble)

Luz radiante del sur,
Que me inspira la confianza de dar y recibir
La graciosa brillantez
De un apagón de risas.

Un abrazo infinito,
Casi ligero,
De alma gemela.

De fresca galantería,
De regalos y sorpresas.

Gracias y Perdón.

Todos tus gestos,
Manos y caminos
Están dibujados con el color más real,
Y mis manos solo pueden sentir las tuyas
Ciego…

En un mundo menor..
Deformado por la historia de las mariposas..
Angustiado y abrumado por las escamas púrpuras de sus alas de sueño.

Gracias y Perdón.

Acá pueden verlo completo.

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Poder. Obtener sentimiento de ese resplandor en la cabeza. No tiene cuerpos. Este tu canto dorado deshace esa cuerda demasiado larga. Antes de estar afuera toma mi dinero mi auto y mis cosas y dáselas a mis amigos. Tira a las mujeres a los hombres a los tigres por la borda. Desparrama las velas en el suelo. Quema tu ropa. Construye en la arena el castillo donde encontrarnos. Sino allí nos perderemos. Correré hacia el sur. Sigue esa estrella. Moriremos. Iremos los tres. Duerme ahora.

Te presento a Kurco

. sábado, 6 de septiembre de 2008
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Sobre el Círculo de la Flor, parte uno.

Conocí a mucha gente en el Círculo de la Flor, aunque hay dos que ya tenía de algún tiempo atrás. Pero eso de conocer o no conocer a las personas es algo muy relativo. Primero porque la gente cambia bastante, segundo porque nuestra percepción sobre la gente también lo hace y tercero porque normalmente a uno no le pinta andar desnudo por la vida mostrando su alma tal cual es. En ese sentido el Círculo es una especie de playa nudista para las almas de las personas, es un sitio donde podés verlas sin cosméticos, sin ornamentos o adornos raros.
El hecho concreto es que me di cuenta que no conocía en absoluto a alguien que, por el contrario, hacía varios años saludaba en la calle o en los recitales. Se trata, sin dudas, de un descubrimiento maravilloso y me decidí a compartirlo con ustedes.


Desinspiración
Me es imposible formar las palabras,
pueden salir números o caras,
pero no quiero escribirlas.
Quiero escribir sobre otras cosas,
sobre la noche, o alguna cita,
algo cursi, para las masas o las chicas,
o escribir para la memoria
de los pobres idiotas de sábado por la tarde,
para faloperos perdidos
escribir algo triste o con algún mensaje
algo con gaviotas y una playa.
Pero no puedo, sólo me salen caras y números
y un poema sin poesía.


Incomunicación
¿Cómo explicarte el tiempo?
Si estas a tres galaxias de distancia
mientras tímida rozas mi pie
con los ojos distantes, endurecidos.
Pero, ¿Dime cómo?
¿Cómo te explico el tiempo?
Si sos tan ajena a él,
como un espantapájaros en un funeral,
como una carcajada sin dientes.
Pero, ¿Cómo preguntar que es el tiempo?
Si el tiempo se detuvo hace siete minutos y medio


Homenaje
Kerouac estaba loco
Bukowski vivía borracho
creo que lo empiezo a sentir,
estoy loco y borracho

Kafka nunca se animó
a Dostoievski lo exiliaron
Van Gogh se cortó una oreja
y su tiempo no lo comprendió

Y todavía pienso que el arte
que el maldito arte me puede salvar
si sólo hay dolor, me quebraste las alas,
si ya no puedo volar...

PD: si quieren leer algo más de él, éste es su blog

Mateando con Cécile Cloutier

. martes, 2 de septiembre de 2008
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Tumba

No habías puesto todavía
todos los caminos a tus pies
como zapatos

Ni verificado la arena
de todas las riberas
entre tus dedos
Ni medido la profundidas de las raíces
de todos los árboles
ni dibujado todos los humos
de tus manos
Ni contado todas las horas
del mundo
No habías empezado todavía la vida.



Ser

En las patas de la noche
sin haber sido jamás visto
llegar hasta el fondo de la gravedad
sin sentir la parada de la isla
bajo su pie
se convence alguna vez
de su sombra
en lo opuesto del sol
buscar la sinceridad
al otro lado de la gota del agua
allí donde no podemos tocar
encontrar una estrella
sin distancia
al comienzo del índice
tener envidia de jugar con el mundo
de nuevo

VIII

Toma tu camino
por la mano
y condúcelo
al puerto
de un viento de piedra



Bueno, ya de verdad... no estoy segura de que estos poemas sean de Cloutier, ni que sean así como son. Alguien los escribió, alguien los tradujo, otra persona los amontonó en una antología, una amiga mía los copió torpemente en un cuadernito y yo los copié todavía más torpemente en el mío. Pero aquí están igual. Son poemas. Y ya los leyeron, engañados por la certeza de que yo sabía lo que estaba poniendo. Ja. Giles.
¿Vieron qué lindos?

Te presento al Círculo de la Flor

. lunes, 1 de septiembre de 2008
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Hace un par de meses tuve la dicha de llegar casualmente al Círculo de la Flor, un grupo de gente macanudísima, con ideas macanudísimas y una sintonía tan similar a los que conforman Akahatá que el encuentro pareció montado o premeditado. Desde aquel día, con mayor o menor suerte, traté de concurrir a sus reuniones y de cada una de ellas me llevé algo realmente significativo –y no hablo sólo de lo que se refiere al papel–. Allí, además de descubrir un montón de almas hermosas, hallé grandes escritores y mi idea es írselos presentando conforme el tiempo me lo permita.
Pero hoy únicamente les voy a contar que el Círculo se reúne todos los viernes y que si son de Concepción del Uruguay o tienen como llegar, desde ya están invitados. Les dejo su blog, que vendría ser una especie de bitácora donde suelen informar en qué andan y establecer el sitio y la hora para las reuniones (que varía bastante).

Piel que transmuta en ojo
mira el sabor duro del color
llena una botella de cambios
arrójala lejos y flota veloz
sobre el suelo, sobre la roca
Cambia, transmuta, sueña
sonríe y parte.
¿Hoy partirás, te irás lejos?
Ojalá pudiera tener un pañuelo de despedida
pero quizás sólo llegue a dedicarte un recuerdo,
creo que todo depende de mí? Estoy aterrado, realmente...
Los gatos en la calle son melancólicos, prefiero mirar el cemento
él tampoco me entiende , pero lo puedo pisar.
Silencio
Negro
Luz
Extraño
Cuchillo
Vientre
Dolor
Eternidad