Tumba
No habías puesto todavía
todos los caminos a tus pies
como zapatos
Ni verificado la arena
de todas las riberas
entre tus dedos
Ni medido la profundidas de las raíces
de todos los árboles
ni dibujado todos los humos
de tus manos
Ni contado todas las horas
del mundo
No habías empezado todavía la vida.
Ser
En las patas de la noche
sin haber sido jamás visto
llegar hasta el fondo de la gravedad
sin sentir la parada de la isla
bajo su pie
se convence alguna vez
de su sombra
en lo opuesto del sol
buscar la sinceridad
al otro lado de la gota del agua
allí donde no podemos tocar
encontrar una estrella
sin distancia
al comienzo del índice
tener envidia de jugar con el mundo
de nuevo
VIII
Toma tu camino
por la mano
y condúcelo
al puerto
de un viento de piedra
Bueno, ya de verdad... no estoy segura de que estos poemas sean de Cloutier, ni que sean así como son. Alguien los escribió, alguien los tradujo, otra persona los amontonó en una antología, una amiga mía los copió torpemente en un cuadernito y yo los copié todavía más torpemente en el mío. Pero aquí están igual. Son poemas. Y ya los leyeron, engañados por la certeza de que yo sabía lo que estaba poniendo. Ja. Giles.
¿Vieron qué lindos?
5 comentarios:
Los poemas están buenísimos, pero tu actitud deja mucho que desear, Mary... no te hagás la loca acá. :P
me han gustado mucho los poemas. Y casualmente eludí tu trampa al tener la costumbre de empezar por el final.
Yo, para variar, hice lo mismo que Adrián. KB.
Demasiado bien hecho, María.
Nunca cambies.
Sí, sí
Publicar un comentario